Arañazos, abrasión y marcas: cómo ayuda el recubrimiento en polvo.

El aspecto exterior está directamente relacionado con la calidad del producto. Por ello, las piezas con acabado decorativo deben parecer nuevas el mayor tiempo posible. Esto impone un gran número de exigencias al recubrimiento: entre otras cosas, debe ofrecer protección contra la abrasión y las marcas (pérdida de material debido a la fricción) y debe tener una mayor resistencia al rayado (fuerzas ejercidas por objetos afilados).

Riesgos potenciales y precauciones

Un recubrimiento en polvo aplicado correctamente, tras un pretratamiento exhaustivo, proporciona a la superficie una fuerte protección contra diversas tensiones mecánicas. Sin embargo, esto no garantiza que no puedan producirse daños con el paso del tiempo. Las piezas expuestas a sustancias como arena, suciedad, virutas de piedra, cepillos y productos químicos agresivos corren un riesgo especial de sufrir arañazos, abrasión y deterioro.

La resina utilizada en los recubrimientos en polvo es un factor crítico, ya que algunas ofrecen más resistencia mecánica que otras. Para mejorar aún más la protección contra arañazos, marcas y abrasión, los recubrimientos en polvo pueden diseñarse con ciertos aditivos en su formulación, que pueden mejorarse cuando sea necesario.

¿Qué sectores se ven especialmente afectados?

Arquitectura

Los elementos de arquitectura revestidos, como los paneles de fachada y los marcos de ventana, pueden verse afectados por el rayado y la abrasión incluso antes de su instalación. Las tensiones mecánicas actúan sobre los componentes ya durante su proceso de producción, lo que supone un riesgo evidente para su aspecto posterior. Una vez en uso, pueden producirse arañazos, especialmente durante la limpieza. Para evitarlo, recomendamos seguir siempre nuestras Recomendaciones generales de limpieza.

 

Producción de muebles

Un mueble se utiliza todos los días. Y a diario, se mueve, se apila sobre otros muebles y/o se contamina con sustancias que atacan químicamente la superficie. El resultado es una mayor susceptibilidad a los daños.

 

Otras aplicaciones de exteriores

Los riesgos ya mencionados se aplican en cierta medida a todos los elementos que se colocan en el exterior y/o en zonas públicas. Un buen ejemplo son los quioscos públicos, que suelen encontrarse en restaurantes, centros comerciales y calles.

Un rendimiento excepcional

Con la formulación TIGER AR (resistente a la abrasión), la resistencia a la abrasión puede mejorarse hasta en un 100% respecto a la de un recubrimiento en polvo convencional (según las mediciones de las pruebas de abrasión Taber®), y sin desgaste adicional para el equipo de aplicación del polvo.

La mayoría de los productos TIGER están disponibles bajo pedido en formulaciones resistentes a la abrasión o al rayado/marcado. Solicite más información a su representante de TIGER.
 

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Preguntas frecuentes

La abrasión se refiere al desgaste por fricción causado por piezas mecánicas y casos de raspado o roce repetitivo, mientras que el marcado se describe como deformaciones físicas o marcas que no atraviesan la superficie. Esto incluye las diferencias de brillo y tonalidad

En un laboratorio se suele utilizar el ensayo Martindale. En este ensayo, se frota un panel revestido contra una superficie con una fuerza específica durante un tiempo determinado. Después se comparan los resultados, por ejemplo, en cuanto a la retención del brillo.

Otros métodos de ensayo comunes pueden ser el ensayo de dureza con lápiz (EN ISO 15184:2020), el ensayo de indentación Buchholz (EN ISO 2815:2003) o el uso de una unidad Clemen manual (EN ISO 1518:2019).

TIGER realiza las 3 pruebas de laboratorio siguientes:
 

  1. Prueba de frotamiento del panel:
    Comienza realizando 50 roces dobles de 2 paneles revestidos (mismo material), después se realiza una evaluación visual.
     
  2. Prueba del crockímetro:
    Otra prueba de laboratorio para la resistencia al marcado, comúnmente utilizada en la industria del automóvil. Los resultados se expresan como evaluación visual o retención de color/brillo después de estropear la superficie con tela de crocking o papel abrasivo.
     
  3. Frotamiento:
    También utilizado en la industria del automóvil, este ensayo simula la resistencia al lavado de coches. Un panel revestido se frota con un cepillo de cerdas de nylon hasta que falla. Los resultados se miden por el número de ciclos hasta el fallo o la medición del color y el brillo después de 100 ciclos. La resistencia al frotamiento se comprueba visualmente después de 5.000 fregados.

El ensayo TABER es el método más habitual para comprobar la resistencia a la abrasión.

Se monta un panel revestido sobre una mesa giratoria que gira a una velocidad fija. A continuación, se hace descender una rueda abrasiva con peso sobre el panel. Los resultados se miden por la pérdida de masa del revestimiento por número de revoluciones bajo una carga especificada (500 g o 100 g). Cuanto menor sea la pérdida de masa → mejor será la resistencia a la abrasión.

Hay dos formas de arreglar un arañazo en un recubrimiento en polvo. La elección depende de la gravedad del daño:

 

  1. Arañazos superficiales: en este caso, la superficie se trata previamente con un agente pulidor y, a continuación, se sella con otro agente especial. Cabe señalar que este tipo de tratamiento puede influir en el nivel de brillo de la superficie.
     
  2. Arañazos profundos: si los arañazos llegan hasta el sustrato, el defecto suele repararse con pintura líquida. Los pintores deben prestar especial atención a la igualación de la pintura para reducir posteriores incoherencias en el color y el nivel de brillo.

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