Pinturas de Retoque - Una Forma de Reparar las Superficies con Recubrimiento en Polvo

Un artículo de TIGER Coatings y Duthoo Coating Concepts

El Recubrimiento en Polvo ofrece superficies duraderas y mecánicamente resistentes. Esto lo convierte en la primera opción entre las industrias que requieren piezas y componentes duraderos. Sin embargo, esto no significa que nunca pueda pasarle nada al recubrimiento. Con el paso de los años, diversos factores ambientales, pequeños errores en la producción, o simplemente por su uso, pueden dejar la superficie de un producto con desconchones, arañazos, marcas de abrasión y otras anomalías. Afortunadamente, existen productos que, en función del alcance del daño, pueden ahorrar a los aplicadores el esfuerzo de rehacer de nuevo el revestimiento.

Las pinturas de retoque son revestimientos líquidos formulados específicamente para adaptarse a un determinado producto de recubrimiento en polvo y, por tanto, permiten reparar con precisión daños que, de otro modo, no podrían repararse con polvo. Esto ahorra potencialmente muchos recursos y permite fabricar productos con más eficacia y menos residuos en el proceso. Dependiendo de la aplicación, estos productos pueden presentarse en forma de rotuladores, botellas y botes de spray.

¿Como consigo mis pinturas de retoque?

A la hora de pedir pintura de retoque, es crucial encontrar una coincidencia precisa con la superficie recubierta de polvo. Para ello, puede proporcionar el código de identificación del producto específico para el recubrimiento en polvo, que puede existir ya en una base de datos de recubrimientos líquidos, lo que permite una producción y entrega rápidas. Si no se dispone de una coincidencia exacta, se puede proporcionar una muestra física de la superficie dañada para que los expertos puedan reproducir con precisión el color y el acabado. Una vez desarrollada en el formato deseado, la pintura de retoque está lista para ser enviada directamente a sus instalaciones.

Cómo solicitarla

La aplicación de pinturas de retoque requiere una preparación cuidadosa y seguir unos pasos específicos para lograr resultados óptimos. Independientemente de si se utiliza un rotulador, un bote o un aerosol, la superficie debe limpiarse a fondo y estar libre de óxido, suciedad y aceite. En casos concretos, la zona debe pretratarse con una imprimación para mejorar la adherencia de la pintura. En cualquier caso, el producto que contiene la pintura líquida debe agitarse bien antes de usarlo para garantizar una aplicación uniforme del color.

Los rotuladores de retoque son ideales para pequeños daños y arañazos, ya que ofrecen un control preciso. Los frascos son mejores para zonas algo más extensas, ya que permiten una aplicación más generosa. Los sprays cubren las zonas más extensas, pero requieren movimientos uniformes y amplios de la mano para evitar goteos y una cobertura desigual. En el momento de la compra se suelen facilitar instrucciones detalladas adaptadas a cada producto.

¿Dónde se utilizan las pinturas de retoque?

La pintura de retoque puede utilizarse para diversas aplicaciones e industrias. Ha demostrado su utilidad en industrias como protección solar, muebles, bicicletas, ventanas, puertas, verjas, vallas, etc. Son aptas todas las superficies de aluminio, acero, PVC u otros metales. Sin embargo, estas soluciones de retoque son especialmente eficaces para daños pequeños y superficiales en los que se requiere una aplicación precisa y controlada. Cuando los daños son extensos, como grandes zonas de revestimientos descascarillados, arañazos profundos u óxido importante, las pinturas de retoque son insuficientes. En estos casos, es necesario eliminar por completo el revestimiento restante de toda la superficie, pretratarla adecuadamente y recubrirla de nuevo para restaurar su integridad y garantizar una protección duradera.

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